El Poble Vell (Pueblo Viejo) de Corbera de Ebro es sin duda una visita sobrecogedora, necesaria y recomendable, ya que es el testigo del pasado y presente, y el vestigio histórico de donde estaba ubicado anteriormente el pueblo que la Batalla del Ebro devastó.
Además, una vez llegados a Corbera de Ebro veréis que el Poble Vell está debidamente señalizado. Ubicado arriba del cerro de La Muntera se encuentra este pueblo de tradición campesina y tranquilo donde eran habituales las rutinas y características de un pueblo basado en los trabajos del campo, corrillos vecinales a pie de calle, los juegos de los niños, los trabajos del día a día alrededor de la fuente, el mercado o los lavaderos, entre otros.
Entre el 25 de julio y el 17 de noviembre del 1938 el pueblo sufrió los estragos de la Batalla del Ebro por su proximidad quedando casi derrocado en su totalidad, y un espacio turístico que actualmente muestra aún estos resultados.
De hecho este conjunto fue declarado Bien de Interés Cultural como Lugar Histórico por la Generalitat de Cataluña en 1992 y ha acontecido un monumento a la Paz. Su historia no tan solo se puede conocer visitando in situ el Poble Vell, sino también con el Centro de Interpretación 115 días ubicado en el mismo municipio de la Terra Alta quien igual que la Associació del Poble Vell ofrece también visitas guiadas.
El abecedario de la Libertad
El Poble Vell en Corbera d’Ebre nos ofrece una visita y un viaje a su historia combinada con el arte y la cultura gracias al Abecedario de la Libertad, una propuesta formada por cada una de las letras del abecedario diseñadas por 25 artistas y que se acompañan de textos de escritores y poetas como Joan Barril, Joan Brossa o Lluís Permanyer.
Grandes y pequeños podéis disfrutar buscando las letras por los varios rincones del pueblo, incluso los lugares menos previstos, encima de un muro o el interior de los restos de una casa, sea en orden o de forma aleatoria. Incluso podéis jugar a formar palabras durante el hallazgo.
La iglesia y La Bota
Entre todos los edificios y escombros del Poble Vell, los vestigios de la iglesia son los más destacados. Fue construida a finales del siglo XVIII encima de una antigua iglesia románica y los trabajos arquitectónicos de estilo barroco finalizaron en 1827.
El edificio cuenta con tres naves, una central y dos de laterales separadas por pilastros, cuatro a cada lado, y un tejado a dos aguas. La fachada está dividida en tres cuerpos verticales simétricos, separados por seis pilastros y la puerta de entrada está rematada por un arco de medio punto rebajado. La iglesia cuenta con un campanario de dos pisos construido un siglo más tarde en obra vista.
En la plaza de delante de la iglesia podemos encontrar una escultura en forma de Bota desde el año 1988 en motivo de los 50 años de la Batalla del Ebro. Joan Brossa es el autor y en ella ha inscrito un poema en homenaje a los combatientes de la batalla. El lema es «Contra el olvido, somos!», una contrarréplica de todos los monumentos conmemorativos de la victoria franquista.
No os podéis perder esta experiencia turística que os trasladará al pasado desde el presente y con aprendizajes y reflexiones de futuro, compaginando historia, cultura, tradición y entretenimiento.
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